10/21/2006

PAULA (la muerte del amante)

Tú te llamas Paula,
Te llamas soledad.
Un recuerdo con navajas
Comienza su masacre.
Los fantasmas de hielo
Me penetran por la espalda.
La calle está cerrada:
La única certidumbre de los dioses es la muerte.

Tú te llamas Paula,
Te llamas mentira.
Las sortijas que se cortan
Justo por el medio.
Imágenes de difuntos
Atormentan a un hijo muerto.
Esa boca no era mía, no era tuya
Es del infierno.

Tú te llamas Paula,
Te llamas traición.
Tengo el rostro hecho pedazos,
Un par de dogmatismos.
Rojos afluentes se revelan en mis ojos,
Mi sangre es la sangre de las venas de Cristo.
Nublados los paisajes,
No es mentira la locura.


Tú te llamas Paula,
Te llamas delirio.
Estoy barriendo los escombros
Del palacio de la nube.
Se me caen las pupilas en el fondo de un horizonte
Y me pesa la cabeza
Con su acero inolvidable.

Tú te llamas Paula,
Te llamas un momento.
Los idiotas se deleitan con mezquinas lisonjas.
Tus ojos se revientan
En un sádico espectáculo
Y las ancas se te mueven con música de cabaret.

Tú te llamas Paula,
Te llamas mil dolores.
Tan borrachas las personas desordenan mi silencio.
Tan danzantes mis apéndices
Esterilizan mis proyectos
Y los perros se aparean en el centro de la plaza.

Tú te llamas Paula,
Te llamas cien drogas.
Las que buscan liberarme
en sus cálidos abrazos,
que la noche me articulan con los iconos difusos
y que los querubes a mi cargo han doblado su trabajo.

Tú te llamas Paula,
Te llamas terror.
Me lo dijo aquella bruja
Que las muertes predijo.
Me lo dice tu retrato que se mofa de mi aspecto
Y el espejo que se oculta tras los gritos en el cine.

Tú te llamas Paula,
Te llamas lujuria.
Diez dólares en la braga
De la Cubana donde el dragón.
Soy tan fácil como los versos que le aparecen a este cuento
Y la dignidad del amor
Por fuera de los recovecos de mi piel.

Tú te llamas Paula,
Te llamas abandono.
Los espectros me conversan de temas irrelevantes.
Múltiples verbenas no se acaban nunca.
Una nube de butano me persigue con su sombra.

Tú te llamas Paula,
Te llamas tristeza.
Los océanos le temen al cantar de mis ventanas,
El viento se encabrita tras mis suspiros iracundos
Y la noche no es la noche
Si no se acuesta conmigo.

Y ¿tú te llamas Paula?
Te llamas “-el amor NO existe-“
Los miedos se revuelcan en la cama del deseo.
La mujeres no me miran las pupilas contraídas.
Las iglesias cubren barro con hermosos velos blancos
Y yo le juro a la vida
Que el tiempo, en algún momento, se detiene.

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