9/26/2008


vA veces, las voces
han sido golpeadas, miradas
de frente por lo final y lo superfluo:
se llama vesania, la besaba
antes, le decía “quédate
a morir, no temas
más, por favor!

Por favor, no seas tan cobarde”
Y ella, eso
no comprendió.

La suicide,
para que jamás volviese a verme…

Para que dejase por una vez
de sufrir.

9/20/2008

DE: LECCIONES DE POESÍA

El recurso para que la pena
y la alegría del olvido programado, valga
el papel, el metal y sus viejas fauces:
es la noche que corre tan veloz como la noche

el flujo natural de la sangre de esta pluma de serpiente
que pulula por los afluentes de la nada
cual si buscase las figuras más sublimemente de los NO temores
de los NO culpas
de la realeza de la soberanía de los hechos
que no son la biografía ni los nervios que la hacen
girar sobre una melodía de cotidianidad
escondida tras los oleajes de la
(ir)
racionalidad
de la
(in)
cultura
de los hombres de las casas gemelas
de conforme rostro exangüe y doliente
tal las espaldas de las ilusiones que sin vestido hacen gozar
los escapes del terreno baldío
donde no puedo ser yo
y vivo la vida
de todos
los nadie.

RETRATO BORROMEO


Estoy hecho de la casta de la mirada
estancada en la pose de la pirámide.

Una geometría precisa que irrisoria flota
en los afectos melancólicos. Sufro la letárgica lógica
del futuro inexistente; a decir, el presente
prestando espejo al deseo de las neuralgias.

Un panteón caminante que se choca en las alamedas
con tumbas de toda clase
social, cual un enorme jardín de flores de piedras,

que ríe, que ríe
a lo lejos en un punto demasiado cercano al otro punto.

El deseo, atribuye la letra
que bulle en la libertad como lo parecido a la libertad
que una inorgánica experiencia de cerros
que miran omnipotentes.

Y a veces vuelvo al día de chuparme
el dedo del alcohólico pie,
y me lo fumo rojo y dilatado,
y me lo jalo eufórico y mutante
y lo penetro, lo penetro
millones de millones de veces en su fórnix
modificado y foráneo, y lloro y lloro,
me aunó a los vanidosos y a la revolución y a una amante loca,

cual si tratase de comprender los fragmentos
de la arena de los multiformes países; sufragio
de perfil el pasar tan neutro.

Y si bien el casco invisible me protege
que me rompa el rostro fruncido,
y se quiebre mi espalda cargada de un acero
forjado de genes,

mi aspecto mesiánico se licuó
en un litro de gases nobles arbitrarios y déspotas.

He devorado estas hojas como mi vino estas hijas
he devorado, la sal de una hembra distinta,
como lo más conocido por las multitudes;

he pisado el sórdido palacete y lo extremo
del caído cuando sigue cayendo,

como quien camina por una casa en las nubes
de unos padres de lo humano y lo pervertido,

teniendo sexo oral frente a la pequeña Electra.

CAMARERA


Más que tus tetas amo
tu culo cual un beso
en mi boca absorbente de los hilos
blancos que le brotan a tu conchita
que imagino como una moqueta y pequeñita
tal un bello arácnido asesino y azabache
que de un orfeón de mentiras proviene
fragante a la vida y es menor que tu boca
llena de lenguas
para distensarme
la endorfina elástica de juventud felina,
gamberra, malvada,
anónima y excéntrica por la curva perfecta
que deviene de tu fina espalda,
mi camarera zorrita.


(Escrito realizado sobre una servilleta de papel manchada con cerveza)

CARENTE: EL LOCO INVERTIDO


Inconsolable, nuestro
amor es, una quimera
sin alas, en las bocas
cobardes, mudas para el futuro,
y necio de oídos que te reconozcan
yo, mía,
tú, tuyo.

Asimismo de ninguno el sol
refulge en los secretos que son
los sórdidos antifaces de familia,
de completas y nauseas
vigilias del dolor de no ser
yo tu pecho: tu almohada de peces
oníricos ejecutados
al m a r.

Mas yo soy terror
vista roja

para el vejamen vincular de la sangre misma
de tus venas azules con las que amarrabas
mi espíritu de violento
a los recovecos de la incertidumbre de tus días
al lado de algo parecido a mi,

llorando hiel cual si azúcar
fuera!

Y sin ser piedad lo que obtienes
del golpe que te doy
orgullo purísimo de tu ser iconoclasta
dejo de ser yo, para ser
todos, todos los que te van a follar

cuando estés borracha, odiándome
por no estar en tu repisa
junto a tus ridículos osos de felpa
que cada lunares ciclos aparecen degollados
en el basurero de tus impulsos.

DE: REFLEXIONES SOBRE EDUCACION Y POLITICA PREPSICOTICA

“Creo que si los demás NO ven lejano lo que veo yo, gracias a mi acercamiento a un área particular de la ciencia, a decir, lo social, se haría menos disímil el dialogo entre los sujetos, la comunicación necesaria para llegar a un consenso (o la utopía nominada democracia), ya que, producto de la asimetría conceptual basada en la desigualdad del lenguaje fundamentado a su vez en la desigualdad educacional, será muy difícil que cese la desigualdad del pastor, independientemente el color (bueno o malo) de las intenciones de éste, con las ovejas de siempre.”
(PAVLO ZAMORANO DUVAL)

COLORINA


Tu rojo
cabello que ampara
la luz de tu carita pintada
con alegría foránea
a la ávida mirada que te desea
atrapada
en la idea distante de una tierra difusa,
ininteligible y ecléctica
en mi pecho recóndito
desde donde emerge el huracán que canta
casi absurdo como un orfeón
palpitante de angelitos que se caen
por mi boca
que suspira las horas rebosadas
cuando te alejas de nuevo cual cada día
que pasa y crece, CRECE
como el deseo de contar la historia
de los puntos magníficos del cúprico concierto
de la beldad de tu cuerpo abstraído
en mi planeta personal y tuyo.

Yo quiero pensar
las mañanas que nunca
despiertas
acogen mi paso
atorado y siniestro
en su espalda encorvada
con la lluvia convexa.

Deseo posar
los pétalos brunos
sobre el refulgente mañana
del espacio tuyo, tus pestañas
carmesí que delinean tu tierno atisbo
guardián e íntimo
de la reina roja
que eres.

9/16/2008


CARTA DE RENUNCIA

Ya no tengo la espada: qué naufragio
derritió tales escalpelos de sociedad.
Y me consterna la trinchera que abrí
la mañana de mi bandera; ustedes innobles,
ingratas ovejas de panza rellena
por las cuales mis lagrimas curaron la sed
de vuestras crías informes, enfermas de pánico;
¿me pagan así? ¡aquello no es
el dinero que me deben!,
la tierra que me prometieron los viejos
dioses embalsamados; tristes ovinos cruzados
por la saeta, homogénea mezcla de nada con pasado,
viles esperpentos de la soberbia ciega y prepotente:

¡Yo ya no lucho más por vuestras bocas!

CARENTE AMO

Donde convergen las nadas
sin adaptarse, no es necesario
pensar en el hogar lo sé
más que tú quejándote absorta
de que yo hable con esta lengua
difusa y alquimica de estos sabores
noctívagos e irresponsables pues
no son responsables de otros.
Es fácil confundir-
se, querida
piedra en un mar de bazofia de oveja
vieja y muerta,
mas debes saber que yo puedo ser
del ideal, lo ideal.
Mis marañas son azules
reflejos de lo querido por el mar y el oro
por la foresta y la risa
por cada hija e hijo que puebla
el futuro carmesí del amanecer que soñamos.
Si conocieras la muchedumbre
(la hambrienta…) de mañana,
la que no te espera más.
Para quien eres sorpresa
la parte superior del tiempo bípedo,
la espera exagerada en sublime
paradigma abstracto del devenir
sabrías lo que es la familia agonizando
el valor letal de los cachorros de leones
vapuleados por manos acaudaladas y Judas,
el dolor de una palabra muerta
pudriéndose en la garganta
de un pueblo completo y decepcionado,
el miedo amarillento que alumbra el TV
en la pared de madera.
El mendrugo albo y celeste
de una esperanza caduca.
El sabor de la drogas
cuando saben a nihilismo,
el peso de las deudas que no soporta
ningún héroe con superlativo,
la ceguera autoinducida por el suicidio cotidiano,
el engendro malparido que escribe una absurda historia,
si supieras el valor de este hastío
no pensarías tan mal de mi alma,
sabrías que estoy en extinción,
que soy lo último
más parecido al arquetipo
(de un dios amigo).

9/13/2008


FOTOGRAFÍA

Veo sus imágenes estampadas
y sólo
luces afloran al momento detenido
valioso invento la memoria fuera de las estaciones
suburbiales y periféricas del mnémico detalle
sutil y magnánimo;
mas sin tocarla calida, suelo
sentirla de nuevo diciéndome que todo
va ha salir como el cuento que se acabó
también tan bien
como los agasajos que le propinaba
en las puntas abstractas del faro
en la Serena
punta de su pequeño y rosado
pezón entre mis labios.

Y que hablar de su aroma hoy
insípido e indefinible de lo que palpé
con los sentidos abiertos sobre sus abiertas
puertas de la vida misma en el lecho
y hacia el techo de su mínima habitación oscura
desarrapada e infanta como las leonas que froté
con el vaho melancólico de la nada misma
cuando soñaba sólo
esta podredumbre que exhalo
que veo nítida cual la imagen
hoy lejana,
que tatuada a modo de remembranza ilumina
la pantalla de una absurda cámara digital.

bruta

Pálida ya no
tan esmirriada como las promesas
que haces oculta al territorio
que es mi lamento insondable
de concejos caducos
de anomias celestes
medio a medio
de calle en calle
cual los cigarros apagados sobre ellas
difusas
las miradas
taciturnas de una angustia
inducida cual los lentos aleteos
del trabajo al hogar
impropio
a lo ajeno del edén a lo perdido
de tu cuerpo a lo que sabe
cada línea amarilla
o blanca
sobre la antártica tarima
de mi vida sin ti
en las desiertas avenidas
del carcinoma peatonal.

DESÉRTICA MÍA




De sus hilos dorados: blondas
de toda la savia que bebo
en su cuerpo, las verbenas petulancias
de tiempos carmesí, la hierba de metal
desahogado de sus ojos verdes y rojos
como territorios donde crecen las almendras
y los amores sin forma
cual todas las estrellas juntas en un abrir y cerrar de labios;
y esos labios, siempre quise probarlos de miel,
su crema textura vehemente y límpida, humectante
y sabia, su boca de palabras dolientes de júbilo,
su boca que disfruto como si su alma me entregara
con cada una de sus lenguas
hablando de frente a mi boca.
¿Y qué escribo en su piel, en su cuerpo?:
su cuerpo que es inteligente, ruidoso, curtido
en todas las artes y las místicas reflexiones,
en todos los países y los colores inexistentes,
su cuerpo que ansío mirándola furtivo y sutil,
como cuando la dejo de ver y pienso que es ella
acompañándome como siempre,
oh! Soledad, mi Soledad,
Soledad bella, Soledad compañera
de toda mi vida y toda mi muerte.

9/07/2008


RECUERDO DE VERANO

En el verano las piedras
confluyen al mar, se hacen los locos
recuerdos del oro: miro
el refulgente dorado de tu cara.

Niña sombra que rubicunda robas
las almas de los pobres; ojos de sal,
esa cuadriculada ágata de tu traje invisible:
-me dabas las manos-,
esos pequeños recovecos lluviosos
de tus piernas graciosas
cual los corazones de tu pecho de pajarito
bellas montañas de cremas y escarlata ónice.

Yo te bebía
de dolor la espalda: no recuerdo
el ayer con los hielos del metanol plateado.

No quise volver
mis estómagos al mundo; cuando salimos
a comprar las latas de cerveza,
yo y mi amigo infernal que no calla
en mi sien
mojada
cual las cenizas del pubis amarillo.

Pensaba en el camino profundo
mientras marchaba por la nube del palacio,
te recorría despacio con tus uñas en mi lomo

como un animal noctívago que renuncia
a sus nervios en un charco de miel alba.

Y me callaba, me callaba
de nuevo
mientras hacia otra cosa
lejos de ese día.

SUNDAY


Te diré cuanto odio
los domingos,
vergeles florecidos peripatéticos y flemáticos,
burlescos y verdugos, con familias
constituidas recientemente al inmaculado desliz.

Las niñas de
rosa con un corazón de butano,
volátil, falso, manipulando
desde pijas los falos sórdidos de sus matrices;

las plásticas esferas
de los niños descomedidos, ambiciosos
emulando al planeta
en el que viven escapando, tan vinílico
y frágil como la psique primate

colgando
de los árboles destruidos de la alameda.

Las mujeres
con el útero en el esternón
o el maxilar, soñando
lo que no poseen con la baba entre las piernas:
unas fauces desproporcionadas,
añorando algún vehículo
que les dignifique la cabeza de pollo,
un vestido de moda que esté bautizado
en el nombre de la plusvalía humana y nefasta…
Los helados dietéticos,
como odio
el último día que no es
mi último día.