8/30/2010

BRÍOS Y MANIFESTACIONES


BRÍOS Y MANIFESTACIONES

PRIMERO

Y dónde está el final
doce flores esbozan ideas eternas
en la soledad de lóbregos íconos
mis infinitas mareas
escupen los purpúreos charcos
de la pendenciera jugada.
Toda la noche celebra mis pasos difusos
cuando juego a la nada
y me baño con sangre
en la asfáltica mirada del lumpen ciudadano
de todas estas ciudades del centro de América
al filo de tanatos trimegisto y borracho.
Mi vista goza indómitos paradigmas
embetunados de drogas
de las esquinas de las calles sedadas del rigor completo
ron, cerveza y cibutramina almidonada
con saliva de princesa en el aurora indeciso
del que nada le importa cuando cae de vacíos extranjeros.
Fuera del sentido manifiesto
como flotar en aguas calipso
es levitar en dichos esquemas.
Tiene el demonio simpatía de mis arcadas,
la punta de mi lengua: puñal del Parnaso sin saberlo
y con mi lacio cuchillo enamoro todo lo que el oxígeno penetra encandilado.
La ciudad abre las piernas cuando sacudo mi ropa negra
en el averno las ofertas vinculares
me dan el brillo de excitadas luciérnagas.
Hombres y mujeres besan mis meñiques
y la policía aspira los complicados metales de mis quimeras.
Mi odio confluye en el azote del pasado macilento
un montón de yeguas rubicundas me pasearon por el infierno
a las horas del sol noctambulo los granos de arena cobran vida.
Todos los parajes de mis pupilas
obedecen a la premisa de sempiternos triunfos sobre la materia.
Encima de la muerte que nos separa
mis colmillos afilados brillan como las perlas escondidas
el sequito de querubes danza holísticas elegías
en honor a difuntos estereotipados.
Y yo pienso, en tus dientes asomándose
en la comisura perpetua de tu boca mía
y no hay brindis ni étil que sepa compensar las estrellas
de lo que siento por ti,
incluso en mis nudillos tu nombre se ostenta
Satanás disipado añora saber tus más grandes secretos.
Ay! Del humo de la tercera línea negra
todos los espejos reflejan la palabra
que designa tu existencia Sofía,
ay! Sofía. patología incierta de mis ánimos subjetivos,
estás clavada en las alturas metafísicas de mi sien atolondrada,
ensangrentada y perfumada del olor a paraíso,
las joyas de mi espinosa diadema
se avergüenzan de caminar de tu mano,
los mil sorbos saben a tus pezones apuñalando mi pecho agitado,
el laberinto inacabable de tu piel
suele divisarse en mis taciturnos deseos
cuando me roso entre las caderas amables
no comprendo la esclavitud que experimento hacía tu boca
ni como el universo desaparece cuando contemplo tu ausencia
este soldado florece en la primavera de remembranzas únicas
–el pasado se tiñe claro cuando tu nombre se coloca a su lado-
como quisiera absorberte en la tradicionalidad de mis poros
y que fumases conmigo las antiguas yerbas del amor Shekespierano
y le dispares a mis contrarios
y mueras por mí en la concupiscencia del destino.
Sólo puedo sumergirme en tu cuerpo y escaparme de lo demás.
Soy tuyo: tienes en las manos los códigos de la raza que se extingue de la pena,
unos matices áureos en el fondo de tu mirada iluminada y neutra,
acoges al león que vuelve de la contingencia rugiendo las multiformes batallas del resto de la vida. Soy tuyo: tu nombre me evoca los destellos más amables de las lujurias históricas,
imperios de luna en el infinito del sueño,
canciones de epifanías de deidades brillantes.
Soy tuyo: ahora a tus pies coloco a indómitas flores,
cada pétalo es la razón del átomo, y también se parte en dos algún sol
y todas mis voces lamen tu cuello.
Soy tuyo: nadie vio alguna vez los atisbos de un fénix delirando en el aurora,
los pilares que decoran las nubes del verano,
las eternas gotas del rocío del amor decorando húmedamente los espacios vacíos,
en tu cabello están los pudorosos secretos de arcaicas divinidades.
Y soy tuyo: a veces me visto con los tatuajes de tu espalda,
floto en los elixires de tus besos acaramelados,
y en tu interior desaparezco y nazco nuevamente
en los círculos concéntricos de vetustos triángulos malditos.

8/07/2010


“Ángel consolador del alma mía…

a dar corona eterna a mis desvelos?

Me ahoga la alegría…

¿estamos abrazados

para no vernos nunca separados?

Antes, antes la muerte

que de ti separarme y perderte.”



El asunto es la etiología

cuando las fauces de viejos arlequines destructivos

se manifiestan como si la omnipotencia fuese un juego

de virtudes.

Y entonces qué diablos pueden siquiera pronunciar

mi descabellado nombre?

Le dan a mis dedos el azar de los querubes

para que yo genere las prosas de la natura perniabierta,

y soles y lunas vuelven del paraíso abstracto

a embetunar el pasado de gotas negras de rocío sempiterno.

Odiseas hay en el bolsillo de mi abrigo

tengo las flores mismas de cada paisaje que quiero.

Ay! que me jode el viento en la cara,

he recorrido el mundo entero en busca del amor.