8/30/2009



Disímil espectáculo que despedaza el espíritu
es la sucia sociedad escenario de la miseria.
El metal se acopia en el bolsillo protervo
en tanto lágrima gigante de la abuela expectante,
que añora la muerte cual salida de esto,
ve desfilar palomillas tras los barrotes de su ventana,
en romería delictual aspirando el sucedáneo.
Lloviendo en la ribera bajo el puente del río
en donde convive la rata y la bosta de la industria
yacen los ojos de la niña y su bolsa de bencina
reparando malparidos jirones de quimeras.
Y el peripatético mueve imágenes catódicas,
erigiendo sus alimañas ignotas de tal injusticia,
sonriendo y modulando alegorías inexistentes,
contagiando con cerumen los hocicos de la chusma.

8/05/2009


*Zara Badhi con Soledad Cisternas (La Loba)

Mil animales muerden libido
y escapan sus hedores a hacer arder
los inmaculados y gamberros hielos de la humanidad
disipada en el abismo exquisito
de las piernas y las puntas,
iconos abiertos en sal reproductiva,
en misiones cumplidas al pie de la hembra,
cuerdas debilitadas en los violines del sexo.
Se come la fruta: prohibida
o no.
Se muerde más extenso, tres o cinco, sueños
sin ojos fracturados.
Explosiones en las bellas barrigas o el látex etéreo
de la desconfianza y el negocio. Fluyen los néctares
en la sideral plataforma de la nada y sus segundos:
cruel sabor a delicia culposa,
abigarrada serpiente que en su circulo reposa.

Estoy esperando el plomo en la palma
y regando sus fauces para con gloria
elevar el haz de la ignorancia y la cabeza
de betún adornar la mirada siniestra del estro demorado
en la maquina del tiempo maldito que no pasa.

Se le dan vueltas las fauces al serio
narcótico de la angustia difusa: cada sertralina,
rojos clonacepanes con aliño de resaca.

En el aspecto una bomba
que no para de caer al infierno
de las vicisitudes
del lugar donde no se llega jamás.

Y la pena pareciese sorber cada vestigio
de la reina de mi barbilla. Escapo en la fruta derrochada

y su sangre. No tengo,
familia que supla a los lobos viajeros.

CORTESANA


2)

Gissel

Eres única, pienso
en como la metálica primavera
resuelve la melancolía clásica de mis fuentes
arquetípicas y rutinarias
cojas en las disecciones de mi panorama.

Si tuviese en el ala una pluma de nácar
o mis ojos cristales de esperanza intervinieran
cada módico gramo de desestímulo articularía
en la punta perpetua de mi lengua resbalosa.

Jalándote la trenza.

Mas de la nada eres obra
y las sobras confluyen en un manantial
de expectativas similares a un paseo ficticio.

Yo escribiré el karma de cada puerto
mojándome relajado
en la esquirla de un destino.

CORTESANA


1)

Pamela,
rubicunda y gatuna
elástica armazón simétrica de la carne
alba, alba taciturna
alba en la que el cuartucho del edificio del cielo
en el centro del infierno de la ciudad de santiago
acoge en tu regazo infanto y siniestro
el estro que no existe en los labios de la súcubo.

Y yo me extravío en los puentes angelicales
de figuras institucionalizadas en la subjetividad de los vencidos;

esos verdes ojazos y el humo amarillo
del etílico vaho que le brota a su boquita.
Y me caigo atravesado, nuevamente en el olivo,
vitralmente atormentado de colazas pupilas azabaches,

recorriendo su cuello adornado por bisutería barata,
por mi lengua, por la mía

mientras esclavizo su lomo jalándole las blondas
marejadas suaves que le brotan del cerebro
y la retuerzo bajo la leche
que pulula mi sangre

cuando a coro aullamos cual lobos heridos sedientos el viento

de la endorfina magnánima. Apuñalo su espalda
recta con el calor de mis huellas

y digitales dilemas mojan
sus enormes labios: entre las piernas de este querube
completamente depilado como una egipcia

concubina que ni siquiera sabe mi nombre.

LA PERIFERIA DEL JÚBILO


*Pavlo Zamorano con Rodrigo Mella

En la periferia del júbilo
y sus mentecatos y felizmente
ciegos idilios, las mentiras de pronto
tornaronse en axiomáticas expresiones de una
facción confundida de un rostro distante
que solía besar la nada en la penumbra secreta
de la miseria del desierto de mi corazón.

Muchas espaldas volvían a ser rosas
los extractos y las flamas unos secretos
de noche bullían, sin embargo, solamente,
deseaba, que llegara, en la confusión,
para besar las drogas y oler su melancolía,
para que me doliera la vida, para sentirla
en mis ojos cual pesadas lagrimas que abordasen
el pequeño brillo de una estrella inocua.

La jaula en la pluma tiene una descripción apócrifa
que de terrible sus colores dejan de ser la luz inmediata
que acostumbran tocar los animales con sus poros sedados. La celda
y su sangre fuera una idea macabra… ¡y es que tengo sospechas!
hoy, adpero sacarme esta armadura medieval y payasa quiero,
brotar de esta ceniza de boca de fuego, quiero. Todas
las iconoclastas promesas, su nombre tengo dibujado
en el piso del maxilar y su orgasmo. El discernimiento,
el plexo diario de la soledad y el desamparo legislativo
de mi corrupción correcta y metafísica,
los dedos atiborrados de análogas manifestaciones fálicas
en las praderas de la oscuridad de la mulata
que esta misma cantinela posee en la minifalda.
Sopla la prisión su vaho extraordinario en el medio del vendaval
que las manoseadas frases del devaneo estructuran
al caminar de lado como las serpientes que recorren los cristales
de arena que incineran los ojos del sol y la luna al mismo tiempo que vuelan.
Su esbozo está perfectamente esculpido
en los cromos de mi alma que desaparece en la duna de su tálamo maldito
que no volverá a chuparme la espalda.

8/01/2009


Y ahora, después
del tiempo lineal tal lo del vidrio y eso,
te puedes ir si ¡¿te puedes ir?¡ ………Y por nada.

Siempre sucede la historia que la piedra
en la rivera disipa el amor nonato
de las madres como tú…

D E S A M P A R O


Simplemente
no te concibo, no podría
no juzgo delinearte ni ponerte en el papiro
del amor y las psicotrópicas escenas del sueño ideal.
Y si no sueño ya contigo: no sé qué
demontres quieres si el fuego y el algodón,
si los días y las tardes, en cuanto a las noches
que siempre has faltado, mi paciencia es una estampida
de perros mañosos, perros que son lobos
en las lunas alteradas, a veces pienso
que sólo quieres viajar sin mi,
la tinta que utilizo por cierto que se borra como la vida
y lo que hacemos, como lo que no hago,
quizá quieres no sentir la mordida
no conocer con tu torrente el veneno.
Y bien la decisión de tu soledad atiborrada…
Yo no soy de metal por muy azotada que tenga la carne.
Y no tengo calaveras ni símbolos rebeldes,
¡yo mismo soy la rebeldía!
contra la rebeldía de la rebeldía que la originó…
No creas que se juega conmigo así… Gano
cada quartz de lo alegre y verdadero que trato
de s e r,
te equivocas al sacarme de tu espalda
al borrarme del archivo…
te equivocas,
nadie te puede querer como yo:
NADIE TE QUERRA.
TÚ NO QUERRAS A NADIE