10/30/2007

POSICIÓN ESQUIZOPARANOIDE


Desatadamente mantengo en mi ala el grillete
elástico del desconsuelo maestro
que me imbuye en esos soles que aparecen
y desaparecen dejando abatidas cenizas
en las pestañas del torbellino marginal.
Ahora vulnerable y desnudo como un alma
sin su armadura negra, un enorme pavor
me embauca y me hace tronar de gélido panorama
confuso e indeciso, soy una luz de hielo,
derritiéndose paulatinamente
en el océano imperfecto de una bomba delicada
a punto de perder la cabeza
en una apuesta de eternidad filogenética.
Pareciese que el teatro, del camino hacia la tierra profunda,
que me produce un escalofrío de golpes de voltajes vehementes,
es el hecho posible de la aureola trazada con fuego
por anacoretas inmortales y desquiciados:
temo mucho despertar en la mañana
y ver que mi madre, la difunta embarazada,
está recostada a mi lado preguntándome cómo me llamo.
Temo mucho respirar siempre
en el mismo lugar la cantinela atroz
de una vieja afición por la vejez de ciertos negocios.
Muchas veces me escondo de ti
entre las puntas carmesí de la díada
altanera y robusta de tu pecho convexo.
Le temo al ocio de las flores y los corazones tallados en el tórax,
a la mentira de la necesidad de la cultura de animales nefastos.
Le temo a sus despedidas pequeñas nocturnas,
a sus rutinas de sitio paralelo al deseo de su presencia en mi boca,
le temo a su ojo sumergido en un punto invisible del horizonte
en donde se atraviesan otros hombres con pirámides definidas
muchos de ellos, posiblemente, mejores que yo,
en lo que yo no sé hacer.
No quiero que me deje pataleando:
el chupete de vidrio está dañándome
la mandíbula de la sinapsis.
No quiero que me deje sin las consonantes
bramando gotas de nieve.
No quiero tener que recordarla mirando la cruz del cerro.
!!!!La quiero, la quiero, la quiero para mí!!!!!
Soy un hombre tan aguzado como la espada más loca.

10/27/2007


“Ello consiste en alcanzar lo desconocido mediante el desarreglo de todos los sentidos. Los padecimientos son enormes, pero hay que ser fuerte, que haber nacido poeta, y yo me he dado cuenta de que soy poeta. No es en modo alguno culpa mía. Nos equivocamos al decir: -yo pienso-: deberíamos decir: -me piensan”

(Arthur Rimbaud)



He aquí la victima
al sol, a la noche
más que nada,

una paliza
punitiva y macabra de paradojas
y lealtades
verticales como rascando cielos,
de celos, de peones
y huérfanos obsesionados
con los tríos,
de desasosiegos crónicos que plagian
fieras sanguijuelas abuelas y gritonas,
arquitectos sádicos
honoris causa
en la edificación gótica
de un doble vinculo majestuoso
en pleno vacío.

He aquí un cadáver limpio
muy vivaracho,
precoz

disipado randa,
odre lamentable
de insaciable carisma grosero
y violento, atrevido destructor
de la vetusta moral
mórbida de la capital sombra,
nocivo irrespetuoso de las prisiones
inoxidables del destino
de la horda primordial y espinosa,
Giacomo obeso
de estética foránea del inconciente
colectivo de maracas y vírgenes rubicundas:

alumbrado por el faro
de la ventura de la isla
donde habita en la frontera
un sicótico arlequín vestido de luto.
Pillo pollo atormentado
que rompe los huevos
lisos de cualquier sano sujetado
al principio de desempeño.

He aquí un amante apasionado
de un tango sensual de triste tenida,
empeñado en darle a la ficción
un palacio hecho de nubes blancas

sin dios ni ley:

como corresponde a un conde de Drácula
atiborrado de sueños y deseos
de la carne de la mitad de su mujer,
la rosita delicada de un principito llorón.

He aquí un dualista
a priori
metafísico

de genética infectada de un lúdico conocimiento
difuso de la objetividad
con que la realidad le patea
el hocico a diario.

He aquí al poeta
de cuna.

10/25/2007

poema psicologico

EDIPO:
CIRCULOS CONCENTRICOS
DEL
TRIANGULO
MALDITO.


10/22/2007

OUROBORUS (3)


Tenía una herida, muchos cuerpos transparentes de toque. De imagen sin tacto era el dolor. Comprendí.
Los ojos están en su lugar, esto no se leía en ningún manuscrito docto que volara bajo por ahí, por lo cual la advertencia era clara, antes de la producción de tanta basura en el espejo, incluso para el insurrecto: pero yo soy el más idiota, el más estúpido de este mundo bueno e invertido.
He tomado hoy en todas las manos del mundo, que ya vueltas cálices vetustos, vacíos y sucios, las bombas, los fusiles del Lázaro tirano, político vanguardista, que da vueltas y vueltas, y ha hecho que vivamos continuamente el primer capitulo que sigue al final de esta novela realista llamada despotismo ilustrado, para matarlos a todos, a todos ustedes.


10/19/2007

METRO


En una angustia de fantasía
el pasajero de pie cavila
su observación del rigor.
Piensa a su amada envenenada
de la nada de la espera.
Se desespera de papeles,
de aleaciones importantes,
por lo menos para el mundo.
Un segundo se detiene
frente a la luz de un lugar,
sabe que está mal
porqué está dicho.
Reflexiona su imagen
contra la que suponen todos.
Se ahoga en lodo gris del aire.
Saca su cabeza
por la ventana del metro,
viaja a un paraíso determinado
por los catódicos, por los que le quieren
porqué se quieren,
por las miradas de cada uno
de los que viajan en su misma situación.
Desesperado de promesa
el hombre traza mal la línea
en la mesa. Quizás ya no puede seguir
usando la primera palabra de la frase.
Todo lo que nace muere
y al parecer de pronto aquello se olvida.
No lleva comida en la memoria,
luce su llanto cual accesorio de moda
en la escalera mecánica que lo mueve
un instante hacia arriba, como saliendo
ya del túnel
aunque ni siquiera lo reconoce.

10/17/2007


“Para trabajar basta estar convencido de una cosa: que trabajar es menos aburrido que divertirse.” (Charles Baudelaire)

Somos pobres, demasiados caudales
de sueños cual lago artificial.
Mi piel da cuenta del sol
con su mestizo brillo atormentado
y las trincheras negras
de tus lánguidos y bellos atisbos en guerra,
de las noches que nos sedan
o nos siguen viendo en labor,
en el bordado meticuloso de tratar
al fin de vivir.

Somos pobres:
soy demasiado irresponsable,
no debería estar cantando
ni creyéndome un feliz.
Debería coger la yunta
y hacerte una mansión
con palos de fósforos,
debería oír los gritos y todos los caprichos;
y odiar, odiar mucho.
Debería apretar los puños
y ponerme al fin la capucha,
debería estar en la cárcel
para no aguantarme los planes.

Porqué somos pobres,
nos hacemos viejos
con la luz de la velocidad,
con la fatalidad de cada año.
Nos ofrecen poco.

Somos muy pobres,
nuestros corazones no soportarían
otra sutura de injusticia,

debería ser un ladrón,
ser lo que siempre quiso mi madre,

debería caminar con los ojitos cerrados
y sólo mirarte desnuda.
Porqué somos pobres
y no tenemos otra opción
y más bien todas son la misma.

¿dime que hago,
mi
(co)
razón?
no he podido dejar de ser poeta,
por más lleno que tenga el bolsillo
de la imaginación

“¡Ay los vicios humanos! Son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.” (Charles Baudelaire)


Tiene las respuestas en la mano
transparente el veneno y lo sano
de su corrosivo poder
desinhibidor cortical.
Se puede pensar en unidad reptiliana,
en casi todo que es lo mismo que nada,
que aquellas adornadas culebritas
son más adorables que un mamífero
succionador de ideales, que son eso,
porqué están lejos, lejos de sus engendradores.
Tengo la botella y su sabor multifacético
a medias fundido con la mielina azul del cráneo,
todas en el techo recordando,
desde un paradigma extranjero del mundo:
que es muy real.

¿por qué te amo tanto muerte,
mujer, mía, sin matiz?
Tengo ahora la respuesta precisa
entre los dedos aprisa subiendo
y bajando, estimulando el estallido
blanco que le aparece al nácar rosado
de un endometrio. Lo tengo y me demoro
más que de costumbre.
Una paliza, una trifulca
de odio sin sentido,
con cualquiera agresivo
que se dibuja en el cuadro por error
del pintor de la existencia.
Tengo alucinantes descubrimientos del arte,
de su ciencia abstracta, atorados en la lengua
intentando desatarse en diálogos
con los más hermanables comensales
que recién conocí,
en seducciones con las cortesanas
igualmente carentes de esa tópica.
Tengo paz
a saltos, asaltos
al onírico espacio;
que gracias a su poder alucinante,
hace ver todo negro,
parecido a un gran vacío
uterino, es decir:
no deseando nada
y estando por las horas
que el consumidor considere,
fuera del tiempo:
por fin...
tranquilo.

10/16/2007

TE VEO




Que subes las escaleras,
dejas mi rostro en el horizonte
oblicuo de tu flanco izquierdo
que amo igual que al otro
simétrico magnífico, que son unas alas
y un viaje largo y corto
en donde yo te escolto con mis lisonjas
guardianas de tu cintura mía.

Que sudes por la hoguera
que se antepone en imagen
al principio de los actos y su sublime trofeo,
tomo nuevamente un astro
entre los dedos nerviosos, la cremallera
de tu vestido se decae
sabiendo que ya no te seguirá rozando,
y que ahora es mi turno, el turno
de mis tesoros dispuestos a ser enterrados
y de mis bestias de ansias mojadas y endurecidas
preparadas cual un depredador inquieto
a disfrutar del manjar único.
Que no hables, y mires todo
con los ojos como una boca roja,
con el cuerpo completo como una boca
humectada de un perfume infinito para la ocasión.
Todo lo puesto ha quedado
desparramado
por el suelo del cielo de este momento:
olvidado como si no existiese
nada más que nosotros
empecinados en ser
una unidad psíquica y somática.

Te recuestas sobre esa litera resistente
al viento de las transpiraciones
y su movimiento fulminante y potente
que hace temblar a mis tierras.
Yo te sigo nuevamente
igual de íntegro que el día del nacimiento,
respirando más rápido y más contento
como sabiendo que voy a morir
con una sonrisa tallada
en la piedra sutil de mi mirada.
Poso mi aliento precisamente
sobre el pilar delgado de tu melena negra,
beso cada una de las pecas de oro
que te cubren los pómulos de mis besos y mi saliva.
Te muerdo, sin salida quedas
en la prisión abierta y firme
de mis brazos y mis piernas:

todos mis apéndices son parte de ti ahora,

cobijada bajo el manto de fuego
donde te devoro el alma
mientras cantamos y me dibujas
con tus pezones carmín furia
corazones en el pecho.

Que vuelves a subir
por nuevas escaleras furtivas,
ahora soy tu Pegaso,
cabalgas con fineza de reina sobre mi y te miro
y te empalmo las montañas gemelas del cuerpo
rechinando tu nombre con placer invaluable.

Que Sigues danzando,
combinando ese paso bonito
con otros para mi deleite,
y puedo ver tu espalda blanca perpendicular
formando un ángulo, bajo la destreza mojada
de mi tórax que vertical te acaricia por dentro el misterio.
Y te veo de nuevo, todo es nuevo y todo es mío.
Y quiero que te recorran esas mariposas
de imperceptible aleteo
que provocan una vibración eléctrica
que te elimina la sincronía exacta de los sentidos
y dejan con la mirada alba
y todas las fibras encabritadas en dulce tensión
y te detienen levemente el jadeo
haciéndolo ínfimo silencio, para volverlo aún más intenso
hasta que todo

acaba

en un destello púrpura
que nos reconcilia con la vida
y ata nuestros espíritus diciéndonos:

"estamos juntos de nuevo
........................................y ésta vez para siempre."
*(imagen de Luis Royo)

EL CAMINO


Justamente, ante los cuerpos
que dentro de mi han existido y perecido,
se cruza hoy un camino claro.
Y no es cuestión de luz
o de sombra turbia, de contradicción
y ensayo-error,
por primera vez en todas las veces
que me suceden los fenómenos,
aquella vera está inmovilizada
aguardando mi paso por ella
cual si me conociese desde ayer.
Necesariamente, cada sendero
de esta particular especie,
se posa frente a los niños
y a las mujeres, en un día
y una fecha imposible de anticipar.
Esta variedad especial de vía,
siempre va acompañada por sus hermanas
gemelas, que nunca son iguales a ellas,
y en rigor son lo contrario,
profundas antitesis que no dejan espacio
a matiz ni reflexión,
sólo nostalgias patológicas
que desembocan previsiblemente
en personalidades extravagantes
de demasiadas bohemias tristes.
Si pudiese ser descrito en su color y detalle,
el camino principal, que incluso está decorado
por un carnaval de mujeres magníficas
todas nombradas con el mismo nombre
y todas des-vestidas diciendome vivamos juntos,
que ahora veo inmóvil y muy serio
rascándome la mente
desde el origen de él y todos ellos,
..........................................sería el mejor.
Creo, firmemente, que comenzaré a caminar por él,
aunque sé que por los costados de sus anchas caderas
siempre asechará un peligroso depredador
listo a romperme la cabeza
y devolverme a la partida muy lejos de la meta.

10/14/2007



“La vejez es un tirano que prohíbe, bajo pena de muerte, todos los placeres de la juventud.”

(La Rochefoucauld)

Hoy todos lanzan la piedra,
sobre todo
los que han quebrado su lapida,

¿Será que se odia el derroche de noche,
o que la noche ya no recoge los sueños de un cansado?

Mil veces la condena ha caído sobre el que empieza,
el mundo es gobernado por el absurdo
de una idea,
la locura de pensar que la experiencia es el tiempo
cuando el tiempo no existe
sino el deterioro es lo que vemos.

¿Acostumbrémonos, hermana, a lidiar con el prejuicio,
con quienes pretenden anticiparse por razones de impotencia?

¿O destruyamos lo que ya no se eleva por cansancio de vida,
que no es vida, con cansancio?

Dos mil veces asesinemos a los abuelos y al pasado
pues bien sabemos de la mano
que sus palabras son veneno,
que sus ansias son de muerte por que colinda con sus cuerpos
y que aunque sean nuestros padres
todos tenemos nuestra propia verdad
lo cual nos vuelve a todos


.......................igualmente mentirosos.



10/12/2007


Sensación de estar en un borde.
Pasar o no
pasar de largo
hacia donde nadie
sabe que sigue.

Muchas tardes,
ya que todas son
tardes. Miro en derredor
la excusa periférica de mi resentimiento
de lunas que no vuelven.
¿
Llegaremos
?
me pregunto
cual si yo fuese otro
personaje
de la milenaria novela de los círculos,

esa que hemos leído por siempre
a todos nuestros hijos.

Ay! Demontre,
si yo era filosofo, debería amar
lo que no ha sucedido.

Pero es que contigo, mía,
nunca sabré si la pretensión de poseer
será sólo eso.
O realmente contaré contigo
para que nunca roces tu cuerpo con el de otro.

Reflexión IK


Tengo sueño
y soy la rabia.

No busco trabajo:
busco la plata:
y no busco su brillo:
busco su magia:
y no por sublime
sino por qué sí.

Tengo esperanza
y soy contemplativo.

Busco algo preciso
que se sujeta a variables:
y no busco a un amigo
sabio que sepa rescatarme:
busco unos oídos
que no sean de un juez.

No tengo nada
y soy de cristal.

La vida está llena
de resbalosas pendientes:
y no busco una meta:
busco un para siempre,

¿será que la muerte
es muy parecida

...............................(a la felicidad)?.

10/11/2007


*HORROR VACUI


Te digo muñeca, con números largos:
mis lagrimas noctívagas empapan
los nidos (míos y tuyos, de ayer y hoy),
cuando tu espectro entona esas infieles promesas.
Me escuchas muñeca, con ansia asesina
y unas cobras bien envejecidas
resuelven los fallos más irracionales del día,
se anteponen unas quimeras transparentes
a cada saeta que expulsa tu corazón,
mis huesos de polvo convertidos en cascabeles escandalosos,
las fustas esbozan mapas en mi lomo
y las lunas aúllan a los lobos hambrientos.
Juntos escuchamos, te digo muñeca,
las impresionantes fabulas de la historia de la humanidad:
los imperios de sol, las guerras de las galaxias,
juntos escuchamos cantar a los cóndores
y ladrar a los vecinos, maullar a tus orgasmos
y silbar al humo mustio en la ciudad de los Cesares.
Sabemos por cierto, te digo muñeca,
que la vida es difusa, como sueños cualquiera
y que en nuestros finales siempre dice:
“…y vivieron felices para siempre”.
Estos cementerios, te digo muñeca,
no son habitados ni por el más muerto señor.
A lo lejos algún suspiro de plasma
recita un poema con mala ortografía,
pero estos cementerios, te digo muñeca,
están tan vacíos como mi mano sin la tuya.

*(Terror al vacío)

10/09/2007

JUICIO (o la última declaración)


Y-si-yo tengo la culpa!
Compré la ropa donde no es debido,
mi traje enfermó
y también tornó negro su sentido de lucir.

Yo tengo la culpa
de ahora cosechar atisbos
chuecos: maduros
e inmaduros: todo da igual;
de haber plantado esos misterios
que se resolvían con delirio
y rechazo, con abandono y traición.

Yo tuve la idea de declamar lo prohibido,
de bailar con lo prohibido,
de jalarme y chuparme lo prohibido y hacerlo aparecer.

Yo fui aquel brujo, aquella magia
negra y roja y sola y risueña,
bruna necesidad de escape total.

Yo tuve la culpa, yo tengo la culpa,
yo invente a todas las viejas de mierda del mundo,
yo soy su Edipo.

Me puse la careta más llamativa
de la gran fiesta de las mentiras.

Yo me veía de lejos,
yo era de un oscuro fosforescente
que encandilaba y abría los ojos
superando sus propios umbrales.

Yo hacia del dolor una obra de arte
de una parte exiliada,
una obra de teatro
de un retrato perfecto
que no le faltaba nada por lograr
un afán estético, una disertación
detallista y realista:
una disertación suprarreal y nihilista
de un medio de comunicación sin censura,
un medio abstracto e intangible,
un medio invisible de un color sublime,
parecido al aroma que dibujamos nosotros
veinticuatro en mi cama meada por el gato,
una palabra que se traspasaba
hasta la más perfecta aduana dura,
un chorro de algo devastador
que no soportaba ni el más afilado dique de azófar.

Yo tuve la culpa de que ya no se confiara,
yo tuve la culpa de habérmelo callado
y haberlo dicho con un grito,

yo era extraño: yo soy la verdad.

Yo me propuse ser el instinto,
ser yo, ser tú, ser nosotros,
ser padres y madres, un súper ello también,
mucho más amable y leal.

Empero nunca pude ser una mujer
como ella, nunca me pude amar para siempre.
Nunca le pude cargar en mi vientre,
nunca pude hacerle llorar, hacerle sufrir,
nunca pude mentir y volver a mi lugar
a recibir tiernas caricias mientras soñaba algo mejor,
nunca he sido feliz sabiendo que me esperan
las fálicas Penélopes producidas por la tiranía
de la desesperanza de unas madres
que viven solitarias en casas de clase media.

Nunca pude dejar de amarte
cuando me lo pedías. ¿Tengo yo la culpa?
Nunca me quede en la mansión que soñé,
nunca pude llevar puesto el oro de tu nombre,
el grillete de tu compañero,
de ciudadano y patriarca,
nunca tuve la culpa de otra miseria más que la mía...



Yo tengo la culpa de todo.

Deberían ponerme una corona



......................................aunque sólo fuese de espinas..

Psicopatología Diaria



Una paranoia avanzada,
un ejercito de malas espinas
de rosas flácidas, deliradas,
caídas en las tumbas
de la confianza entera,
de la nada viciada y vacía.
Una psicosis sin origen y sin fin,
una serpiente que se devora así misma,
se comprende y se desprecia,
se ama y se ignora,
no tiene forma ni color,
es homogénea al sistema,
es una vida cotidiana,
nunca está entera.
Es cualquiera.

10/07/2007


Te dije que eres la parte,
el fragmento enorme
de un metal desconocido,

perenne sortilegio de vetustos soñadores.

Tú no me escuchas atenta como la loba
y el lomo te acaricio deslizándome en el blanco
fuego que le aparece a mi palma aventurera -

de tus mares y tus tierras
donde me escondo y me desprendo.

Tú no me miras con los ojos
de cualquiera.
Te dije que eras un trozo de sangre,

que eras mi amante heroica,
una mitad casi equivalente

a cincuenta maravillas
de las cien expectativas
que poseo de mi mismo.

Te dije que me desconozco
sin tu presencia hoy día:

hoy día que es siempre
pasado y futuro.

Te dije que no teníamos edad ni nada,
te dije chocolates,
helados,
empanadas,
café,
terremoto,
cine,
motel,

he estado tan cerca de ti
que a veces he sido tú
………………..y me abrazo y lloro

y trato de amarme más
que a todo.

Te dije que eres la parte,
el fragmento enorme
de una pasión neutral y constante,

una pasión de un color que no es de este mundo.

Tú tienes mi cuerpo
en el palacio de tus centros,

en el balcón del mañana
dejaras caer tus trenzas

cual firmes cadenas de un brillo negro
por las que me treparé a tu cuello
…………………………..para morderlo.

Tú me tienes el cuerpo
te dije que a cada minuto te sacaría la mascara

de la piel, para lamer, para frotar,
para morir y volver a nacer
ipso facto,

para comer, para levitar,

para chupar y volar
con tus alas extendidas

en derredor de mi cintura
aturdida de tus piernas.

Te dije que me esperaras,
que te sentaras a leer:
tú eres mis únicos oídos,
en tus orejas colgaré la punta de mi lengua
para celebrarlo, cuando llegue.

Tú eres mi paciencia,
te dije que no te diría:
“tú eres mía”

ya sé que no tienes madre,
que no tienes familia,
yo sé que no existes,

que nada será mentira
que todo será mentira.

te dije que me iba a demorar en comprender
que todas mis cabezas están duras.

Tú tienes la recompensa

¿Eres tú la recompensa?
¿Tienes-tú-mi-tesoro?
¿Acaso yo lo enterraré de nuevo,
en las nubes
en el cielo aterciopelado
de un placer sublime de carne y beso?

Te dije que no iba a parar
que no tengo frenos,
y por ende, desenfrenado
será todo lo que te de.

Tú eres,
te lo dije
(espero no volver a repetirlo).

Abandono real


Cuando pienso en elevar
del corazón su vestido,

y convertir ese sentido
en una lisonja a tu psique,

me doy cuenta que no existen,
no existen las letras para decir:

T-E-
A-M-O.

Estoy desesperado
y mi lengua es calido helero,
siempre humectado
por el marfil de tus palabras,

letras que me deshacen
con su complejo de ser ellas.

Y no existen, me he dicho,
las letras para decir:

Q-U-E-D-A-T-E
C-O-N
M-I-G-O.

10/02/2007

FEEDBACK


Siento que la masa me envolvió
y soy igual de blanco
que las demás partículas.
Si me mirara en el espejo
vería el paisaje.
Sabes que eso me hace desaparecer:
un tequila tranquilo apreciaría tal belleza.

En todo caso, no podría ser
semejante a tal nivel de buenaventura,
lo sé por qué me lo dijo
la plata que no tengo:
el falo que no ostento
para el publico desconocido.

Pisar la realidad
me equivale a la nada.

Me duele no poder correr
mientras corro desesperado,
que pasen a mi lado sólo los fantasmas
encadenados (y se burlen
las guitarras de las canciones tristes
de mi, de lo que no tengo,
de lo que no te di).

¿Sabes que necesito? (
por si las moscas
llegasen a posarse en mi ropa
) Una mitad de naranja (que las ahuyente
con su ácido benéfico). Te lo diré sin palabras
y espero que me escuches.

Tengo mucha fuerza impulsándome
a dormir, a pensar detenido
mientras sólo las imágenes se realizan a priori

Me gustaría que me tomaras
de la punta
del zapato,

para no volarme tanto

y llegar temprano a la cita,
para poder ser puntual,
y no ser estos puntos al final...

¡Preséntanos, por favor! :

Yo me llamo Pavlo
¿y el que tú amas,
cómo se llama?

A veces lo veo en el reflejo
de la ventana del metro

y me dan ganas de decirle
que tú no le convienes,
que debería ser más fuerte
y salirse de tu cuerpo
por aquel mágico orificio
fragante de mi deseo.

Mas no me atrevo
a hablarle,

se ve demasiado rudo,
tiene cara de perro bravo
a punto de morder el aire
mugroso de la capital

y envenenarle con su rabia.

Dime qué hago
o sólo aliméntame de buenos días,

de “buenas noches”,
de “¿cómo has estado?”,
de “¿te ha ido bien?”,
de “te he echado de menos.”
Aliméntame de tus dedos
masajeando mi espalda de fierro,
mi piel elástica de fierro.
Aliméntame mientras se acaba el miedo,
mientras se desase el hielo
de los polos
y todo queda libre de contradicción

a nuestra disposición

practicamente eterna.