10/07/2007

Abandono real


Cuando pienso en elevar
del corazón su vestido,

y convertir ese sentido
en una lisonja a tu psique,

me doy cuenta que no existen,
no existen las letras para decir:

T-E-
A-M-O.

Estoy desesperado
y mi lengua es calido helero,
siempre humectado
por el marfil de tus palabras,

letras que me deshacen
con su complejo de ser ellas.

Y no existen, me he dicho,
las letras para decir:

Q-U-E-D-A-T-E
C-O-N
M-I-G-O.

No hay comentarios.: