7/20/2013

Sobre drogas del trópico:
Existe un libro exquisito
(antropólogos franceses con tiempo).
Algunos ni comen pan.
Los pobres comen masas con cecinas
Fideos con bolognesa
Las vienesas son patas de cabra.
En Venezuela la bencina es más barata.
La cocaína es buena en Cali.
El pueblo es algo más grande que una teoría.
Volver vivo es hazaña, pero para quijotes
No existe espacio.

7/13/2013

domingo

Caminábamos con la pequeña de la mano.
Uno a cada lado, agarrados, bien fuerte,
demostrando amor.
Salíamos a pasear con Ella los domingos,
caminábamos por el Parque Forestal hasta Mapocho.
Desde la Estación subíamos por Puente hasta la Plaza de Armas.
Ese día se me ocurrió doblar por Santo Domingo hacía Estado:
quería pasar cerca del Salamandra para recordar
en silencio esos episodios que me mantenían vivo.
Y a dos locales contando desde el comienzo de la esquina,
justo al frente de la entrada de un portal comercial,
en la puerta cerrada por cortinas de madera de un café con piernas,
una musa se dejo asomar.
Posiblemente debe haber estado borracha.
Los domingos se gana poco y se bebe mucho
en esos contextos, las baterías suelen agotarse
alrededor de las 18:00 horas y dinero ya casi no queda,
los piratas abandonan a las sirenas
y vuelven un poco más muertos hasta sus rutinas.
Y se puso a bailar, la guerrera, eróticamente tras el cristal de la puerta,
para todos los transeúntes que observaban esa vitrina.
Una confusión comprensible recorrió raudamente mis pensamientos:
si bien era una señal divina ser testigo de un acto de lujuria
de esa envergadura, un domingo, sin siquiera pensarlo,
la cara de la pequeña al ver a su congénere danzando
sin ropa por una ventana,
era de duda mezclada con carcajada nerviosa,
una expresión que nadie imagina visualizar en un ser querido
m  e  n o  r  d  e  e  d  a  d.
Pero imposible no mirar.
Te vi mirando igual que yo a la mondaria
con un aire de envidia y deseo lésbico que me erotizaba
tanto de ti como de ella.

Solamente fueron unos segundos.