(“LAS HIENAS Y LOS CUERVOS SE ABRAZAN...” Valentina.)

Por ese motivo
Dios y sus empresarios
Los mantienen en el
Anonimato.

Las hienas suelen ser
Hijas de mujeres emuladoras
De Maria.

Mujeres hechas
Y de derecha
(aunque inconscientemente).

Mujeres que sangran
Desde los estigmas sociales
De no tener apéndices entre las piernas.

Las hienas ignoran el orgasmo
De poseer una ilusión
Constante.
Clara, de seguridad.

Las hienas manejan la retórica
Y nunca quedan de tras de un buen hombre.

Las hienas no van a las fiestas
Salvo el dinero las embauque.

Las hienas esperan en el bar

Escuchando jazz (soul)
Tango (boleros)
o bossa nova (trovadores).

Las hienas ignoran a los galancetes.
Prefieren a los estrafalarios.

Los que balbucean filosofía
Y citan libros quemados.

Las hienas suelen enamorarse de los cuervos.

Los cuervos suelen ser
Los desheredados
de un bonachón.

Hijos de mujeres muertas
que se alimentaron con sobras de burgués.

Los cuervos suelen escribir poemas
O quizás pintar de manera suprarealista
Como su Dios
(ellos mismos)
les manda.

Los cuervos son aptos
Como las hienas,
Recogen la basura y la convierten en manjar.

Los cuervos vuelan y no se dan cuenta.

La desventaja de tener
Visión periférica.

Los cuervos viajan en el día.

Suelen recomendarle a los jóvenes
El aforismo:
Carpe diem
Y después discutir con algún angelito.

Los cuervos estudian ciencias sociales
O son científicos materialistas dialécticos
Como Jesús.

Pero siempre ganan,
Aunque solos se pudran
En sus lóbregas habitaciones
Rentadas a sus progenitores o familiares.

Los cuervos buscan calor de madre
Amistad de hermana
Agradecimiento de hija
Y fuego de ramera.

Mientras las hienas lloran por
Príncipes azules engusanados.

Los cuervos y las hienas se abrazan.