4/25/2008

MI QUERIDA HERMANA:


Tenemos. A l g o.
No sé si “excepcional” sea la figura
Ni yo conozco
el tú y yo, bajo
las mangas de algún paraíso
indocumentado
por el acido insoportable
de la vida de todos.
Y si bien somos todos
el pedazo que le falta a la campana
sonoramente golpeada
de la frustración total, tú y yo:
tenemos algo que nadie tiene
en el mismo universo quimérico
de cada dios más muerto que el otro.

Mas no hay padres,
mas no hay madres

en la fila de la segunda mano
terrenal de los cielos imaginarios.
Lo real se escapa
de la realeza como se conoce.
Y tú, tú eres mi reina,
lo supe por tus zapatos y tu aspecto fraternal
de una leona que caza las resacas de la remembranza incógnita
del suplicio mundano y provisional
cual todo en la vida de todos.
Y por la tristeza de tus magníficos ojos
sumamente abiertos a mis manos sumamente expuestas a tu recuerdo.
Somos hijos de la tragedia y el final,
no somos de nadie, como no somos,
como un surrealista NO,
de babeles y pasados idealizados por nuestra personalidad límite
al límite de algo que ni tú ni yo vemos juntos
otra vez.

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