4/29/2008

DICOTOMIA


El suspiro del fardel.
¡Si supieran
los sabios!,
lo que se pierde
en la hipótesis ahogado del sumo.

Disipados espejos sobre lunas
rojizas que se quiebran en dos,

oscuras oscuridades que sorben
los espacios que se parten en dos;

y sus berretines de la tradición
abstracta de la inercia como libido prestado
que se divide en dos: es morir como nada,
no nacer jamás,

y sería la condición
del anciano vestido de raulí,
aquel desconocido
asexuado y sin historia,
cual un conjunto de naciones hostiles reunidas
en un papel en blanco invierno
que se disecciona
sin gloria y con pena,
nuevamente.

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