10/17/2007


“Para trabajar basta estar convencido de una cosa: que trabajar es menos aburrido que divertirse.” (Charles Baudelaire)

Somos pobres, demasiados caudales
de sueños cual lago artificial.
Mi piel da cuenta del sol
con su mestizo brillo atormentado
y las trincheras negras
de tus lánguidos y bellos atisbos en guerra,
de las noches que nos sedan
o nos siguen viendo en labor,
en el bordado meticuloso de tratar
al fin de vivir.

Somos pobres:
soy demasiado irresponsable,
no debería estar cantando
ni creyéndome un feliz.
Debería coger la yunta
y hacerte una mansión
con palos de fósforos,
debería oír los gritos y todos los caprichos;
y odiar, odiar mucho.
Debería apretar los puños
y ponerme al fin la capucha,
debería estar en la cárcel
para no aguantarme los planes.

Porqué somos pobres,
nos hacemos viejos
con la luz de la velocidad,
con la fatalidad de cada año.
Nos ofrecen poco.

Somos muy pobres,
nuestros corazones no soportarían
otra sutura de injusticia,

debería ser un ladrón,
ser lo que siempre quiso mi madre,

debería caminar con los ojitos cerrados
y sólo mirarte desnuda.
Porqué somos pobres
y no tenemos otra opción
y más bien todas son la misma.

¿dime que hago,
mi
(co)
razón?
no he podido dejar de ser poeta,
por más lleno que tenga el bolsillo
de la imaginación

1 comentario:

Anónimo dijo...

Somos mas pobres de ganas, de motivaciones direcciones nuevas y otras patrañas de mirda...el dia iracundo se toma santiago
pola