10/29/2008


Existen días sin aparente color
en que la infamia
de un hecho general
me posee en sus abrazos egoístas
y me pone a soñar con papel y metal.

Días noches como esas,
me tortura la puerta de un bar elegante,
el fantasma sabor
de un whisky on the rocks
y la compañía celeste de la rubia
que no me amara.

Esas oscuras jornadas
me veo paupérrimo
de ojos de pozo
de ropa cochina
hasta esos humos escapan
de mi boca con cierto recelo

Se cuestiona mi vida
cómo se vive sin que la dicten
y lagrimas del falo me hacen nadar
en botellas
de resentimiento
y homicidio...

tales ocasiones tiene claves
indescifrables para miopes espirituales...
esas claves son mi secreto
que duerme bajo el puente
y me regresa a la cordura de delirar.

1 comentario:

Nell dijo...

Aplausos y reverencias.
Escritor por excelencia, cualquier otra palabra estaría demás.

Saludos desde tierras sureñas.