10/03/2008

SUCUBO


Hay un pasado. Hay
unas rocas, un caballo de colores
que se sienta y se para de manos,

una estrella que cuelga de una cadena
en una órbita dorada. Hay un día.

Hay una noche en cada palabra que tuesto,
que doro en tu aliento
de hembra de vida, que camina por mí
y ella me mira.

Hay un bloque de hielo en el vaso,
en tu beso escondido, en mi nombre
gritado por el amor y la furia, en tus caderas,
en su cintura envuelta por el marfil negro de mi duro brazo.

Hay un lamento. Hay una lágrima
que me surca la mejilla y me ladra en el oído,
que me sigue de rodillas y sangra por la lengua.

Hay una puerta. Hay una salida? En tu pelo,
en tus pecas, en tus arrebatos de vieja poeta arbitraria.
Hay una mañana? Hay un futuro en tus pasos hacia mí,
en tus caricias de madre que suplen mi hastío,
en tu vestido blanco y en tu asurada braga pequeña.

Hay leña en el fuego. Hay fuego en mi bandera de lucha,
mi bandera invisible que corre por el viento del vaho
de algún demonio que me sigue. Hay un ángel
en su monstruoso aspecto de diavlo,

hay un súcubo que me sirve de bastón cundo giro.

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