10/13/2008

S'ÉCOULER


Pasa aquello, el frío,
la plata: argentoso mejunje volátil
se acaba mórbida y a la vez idílica
composición de mis letras para Ella,

pero qué, suprimiendo los símbolos
de la pregunta en busca necia de la premisa que ha
sido, acido.

Por eso felicidad: psicotrópica
soledad que rima lejos de mi Zara

en la calle negra de mi vida
que sigo cual quimera resbaladiza
que se camufla en el viento de mis noches

terribles como vestidos de novias en jirones vagos.

Y no le hablo. ¡Se ha tragado mi lengua
tantas veces, roja,
que agoniza crónica!.

Sucedáneo de ideales de las mafias
que hacen que te tema fuera
y me entregue a tus calculados pasos pequeños
de mi mano al futuro.

Mas si éste fuese una imagen
adelante ,
un simple final del mes del año,

no quisiera ser yo lo último
que dejaste caer una noche

al ayer más funesto.

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