1/17/2008

MI PERRITA


Mírame (¿no soy acaso
el crepúsculo siempre
preparado al oro
de tu sol abierto y fragante
sobre el camino
de la objetividad y sus nerviosismos
cotidianos
que llamamos
-para
siempre-?

¿No soy acaso el
paso inconmovible,
embriagado y caballero
y la fijada estela
coloreada en la playa
de tu labrantío delicado mío
con las penetraciones
del regreso
de la paz,
no soy acaso
esa argolla de ónyx y su símbolo
sin mesura que deja
sobre la alfombra de suave terciopelo
al epíteto
peyorativo de abstracción extraordinaria?

¿No soy acaso el cuerpo
de tu mano
el cuerpo sobre las
flamas de animales arquitecturas;
no soy acaso el
que saborea
fondo
profundo
nacarado
de tus caderas que me alojan la presión que les ofrendo?

¿No soy acaso?) mis ojos cuando acabo.

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