12/07/2007

Se le ofrece
la final esquirla en la punta
de un axón embriagado,
lleno la copa de mi pupila rota
con su seno abierto
a mi cabeza volatinera:
muerdo la intangible ilusión
mojada, de su labio semiabierto
prospera un purpúreo secreto suave
de carne soberbia, solitaria de mis dedos
que eléctrica furia
le ofrendan
disfrazada;
adula los efectos de mi beso más grande,
humectado reflejo del elipse
crónico y supremo de su negra cadera
entre mis manos abiertas de noche.

Cada beso es el último beso,
manjar noctívago de remembranza y sonrisa..

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