2/11/2012

les femmes


No quiero, otras veces,

que el alma me partan sus rayos hermosos.

Oh! Mis damas, si tres veces les rompí

las ventanas no fue la intención de la piedra

de mi corazón

y guardé el jirón y lloré en la alforja.

Me resulta triste la grieta magnánima

no quiero ver al alma escindida de navajas,

no me hablen de nuevo de la nada que tengo,

vengo vestido de luto, de la fiesta de un viento

que trae un sueño diferente a las tierras

nuevas que piso cantando.

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