11/15/2009


Los silencios que son las respuestas,
inexistentes
en el amor que tampoco volaba
en derredor de los antiguos secretos
que guarde silencioso en el infierno
de la remembranza inconciente infantil,
han explotado en sonidos que sólo oyen mis ojos.

En la mañana la luna miraba
desde el gélido pasado:
la noche de siempre,
la de las pequeñas quimeras,
quimeritas ociosas
inflamadas de libido negro azulado.

Tú, montabas en sus recios lomos,
mojados por tus piernas, ellas celebraban
que les jalaras los crines celestes
EN CADA SUEÑO TU NOMBRE SE GRITABA.

2 comentarios:

Alex Maladroit dijo...

Andá... me ha gustado.

v.cortés dijo...

A mi tambien me gustó, me recuerdan cosas...