2/13/2008

Der Untergang

Los pilares,
las axiales
y el atlas fuera
del foramen, una toráxica penetración
descerrajada besa el cemen-
to: hundimiento! Triza,
brisa ausente de virginidad y pecas.

Todo eso en un piso más pequeño

!oh que piso pequeño! Da a los pies
en alto tras la caída del sueño, una ilusión
sin hojas cerradas, por cierto.

Todo eso trae el recuerdo,
la reminiscencia acre, una masa
no refrigerada (el frío, que mantiene,
la carne, congelada, en la almohada del ayer…
dónde vivió ella,
donde ella murió tras la fecha de expiración
propia y dicha y predicha) en los arrabales viscosos
del cerebro poseído del que no ama.

Lo evoca,

!lo evoca!

El eterno día de la vida.

¡que gran pena!

Que gran pena es posible entrañar entre las piernas

flácidas y depresivas.
Mas no los autos,
el dinero,
todo ese dinero de las mujeres más rubias del mundo,
de la silicona y el caudal,
¡de la silicona! De la depilación permanente,
de los ojos, un universo de ojos verdes,
de ojos celestes,
de ojos negros de las negras de los monolitos.
TODO ESE DINERO, imposible de olvidarlo
en tu boca sucia, en tu boca cobarde, en tu maricona
boca traidora y asesina.

¿Dónde lo imposible del olvido hará una partuza de colores,
en un departamento v a
c i o (…………………………………….)
como el nombre de la enorme
vágina de la remembranza….?

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