12/10/2010

Mi Reina


La felicidad es una constante intermitente:

lo sé

en tu regazo

completo

que como matriz depone de mi cuerpo

los sabores inconscientes de las viejas

caídas en el abismo:

yo soy el puente.

En las noches la electricidad se torna luz en tu cama,

el refulgente tornasol de tu mirada

dice todas las bondades de un millón de sentencias

hechas en mi espalda, busqué la muerte

en todo el continente divagando las soledades espesas,

viaje por los torrentes negros de las ciudades de Colombia,

pernocte en la sombra tormenta de una noche Venezolana,

y embriague mis pestañas con el grueso sour de una cantina en Trujillo

esperando la mañana en que amanecí contigo

para siempre

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