6/16/2007

primero

Estado y vetusta revancha
sería posible una salida en el hermético
planeta del simio que se alza
tras el fruto de tus plantas
de pie de princesa
sedienta y blanca como las hojas
que bailan en el viento de mi aliento
cuando caen del árbol insano de mi mollera
atravesada por púas de asfalto,
por diademas de grasa,
por terrones de caca
y rameras de pasto seco en la punta del cielo.
Me escapo como sabes
en compañía de mis dibujos,
ellos me hablan, me besan,
me bailan: se empapan conmigo
bajo la regadera del ámbar vitral
de la única paz. Me lo dan, me lo quitan.
Me moja la lluvia de la lágrima rota,
la ordinariez deidad, la boca desconocida
y ganga barata del ayer que es pronto.
No sé que hacer, mas todo se mueve,
mas todo se muere,
mas todo se parece al día feliz
que sólo en la noche revela su rostro
un perfecto antifaz nacarado y siniestro.
Camina a mi lado tapada de zorra,
no habla y cabalga en mi alma agotada,
me rosa la cara con armas suicidas,
me roba la billetera en la soga lánguida de la vida.
Y eso me espanta,
y un comino se muestra en el ocaso,
el desprecio en mis brazos los llena de venas de plata
y de oro y un crápula veneno,
la tengo en la mira y mi disparo es certero
como un niño besándose en la ropa del suelo.
Y no me la trago y la vomito de ego
me la engullo de nuevo en derredor de un cigarro
la muerdo para que sepa que soy una cobra
que soy un bravo jinete de quimeras
y para siempre es ahora y ahora es para siempre.

No hay comentarios.: