No podría escapar de ella
sus redes son del perfume inevitable
es la última célula, disparando relámpagos,
la de colores psicodélicos
como una patológica mariposa de cementerio
en el estomago de mi cabeza.
Sólo como un recuerdo
mis manos son de ella de piel en la batalla
en la trinchera de seda de una mansión alquilada
en el eterno cielo por las horas del deseo
donde vuelo entre sus alas.
Soy un animal errante en el valle de su ombligo.
Mi lengua repta rauda por el terciopelo de su vértice.
Ella sueña conmigo arañándole su melena
mientras yo sueño de noche
con sus ojos de leche encaramada en mis vaivenes
bramando como una leona triste unas canciones bohemias.
No puedo escapar de ella porqué ha dejado de perseguirme.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario