Cuando crece un susurro y abandona su nido, metido en una volada sin fines de lucro, sus padres y sus madres, que son unos pajarracos enmarañados y productivos, intentan atascarlo con una punitiva patada en el pico.
Yo mismo soy
una política pasada
de copas, mi estilo
cien mil veces embriagado
cual un pájaro de la postrimería que pasea
en un acuario de realidad
estrellándose con el cristal que separa
la vida de la vida.
Advierto al lector:
esto NO es literatura, es un complejo MECANISMO DE DEFENSA...
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