KASANDRA (una pasajero de la 302)
Rubia de Chillan
que me roza la pierna
y el brazo
izquierdos
con recelo
clavada de espinas
miradas lascivas de esclavos múltiples
que viajaban en ese tren ajado
de la pobreza.
Me tomó el muslo suave
mente
para hacerme una pregunta de muy obvia resolución:
“conversemos de ti,
haber si las noches tienen esperanza”
–claro-
como su melena
esponjosa de verdes cimientos
a cada lado de su blanca nariz altanera.
Me habló de 31 situaciones de pena
y de su marido el teniente de la fuerza aérea
....................tan sin movimiento en las venas
para iniciar sus huracanes de sudor hirviendo
que ahora se arrepiente de lo que esta viviendo
conversando con los que disfrazan de oído
para que la sumerjan en odiosas tabernas
circundadas por moteles
de sabanas de cebolla tierna
.......................................y corazones roídos.
11/02/2006
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